Nigeria vive una situación humanitaria catastrófica. Casi 200 personas han muerto de hambre y deshidratación en un campo de refugiados al noreste del país. El campo, que alberga a 24.000 personas, da a asilo a personas que han tenido que huir de sus casas por el avance del grupo terrorista Boko Haram.

«Desde el 23 de mayo, al menos 188 personas han muerto en el campamento, casi 6 por día», ha publicado en un comunicado la organización Médicos sin Fronteras. El campo, emplazado en Bama, acoge a 15.000 niños. Según los datos de MSF, 1 de cada 5 sufren desnutrición aguda.

«Desde el 23 de mayo, al menos 188 personas han muerto en el campamento, casi 6 por día»

«Estamos tratando a niños desnutridos en las instalaciones médicas en Maiduguri y vemos el trauma en los rostros de nuestros pacientes que han sobrevivido y sido testigo de muchos horrores», relata Ghada Hatim, jefa de la misión en Nigeria de MSF.

«Los refugiados hablan de niños que mueren de hambre y cavan nuevas tumbas cada día», declara MSF en el comunicado.

Desde que el grupo armado Boko Haram inició sus ataques hace 7 años, cerca de 20.000 personas han sido asesinadas en ataques a pueblos, atentados con coches bomba y quemas de hogares.

El conflicto ha desplazado a más de dos millones de personas desde que el grupo obtuvo el control de grandes extensiones de territorio en el noreste de Nigeria. En septiembre de 2014, el grupo se apoderó de Bama, recuperado por las fuerzas gubernamentales tras una gran ofensiva lanzada en marzo de 2015.

En un intento de extender la barbarie, Boko Haram también ha cruzado fronteras y ha realizado ataques en el Chad, Níger y Camerún.