Unas 100 personas murieron en la sala de conciertos Bataclan y otras 40 fallecieron en diversos lugares de París y sus alrededores, en una serie de ataques coordinados, informó en la madrugada del sábado un funcionario de la capital de Francia.

Hombres con armas de fuego y bombas atacaron restaurantes, bares y una sala de conciertos en varias zonas de París y sus alrededores en la noche del viernes, en un hecho que el presidente François Hollande describió como un ataque terrorista sin precedentes.

François Hollande se dirigía hacia la sala de conciertos el Bataclan de París, poco después de una toma de rehenes que dejó un centenar de muertos, informó la presidencia francesa.

El mandatario está acompañado por el primer ministro Manuel Valls, por el ministro del Interior Bernard Cazeneuve y por la ministra de Justicia, Christiane Taubira.

Los atacantes utilizaron rifles automáticos AK-47, según reportes de la policía.

El presidente de Francia, Francois Hollande, declaró que el país se encuentra en estado de emergencia por lo que ordenó cerrar las fronteras nacionales y hacer uso de  todos los cuerpos policiacos para atender la alerta; Hollande aseguró que estos ataques no intimidarán a la nación europea, y pidió a los ciudadanos mantenerse unidos ante los hechos.