La difusión de las ejecuciones extrajudiciales realizadas en Tlatlaya por miembros del Ejército Mexicano fue la primer parada de la actual crisis del gobierno de Enrique Peña Nieto. La desaparición de los 43 normalistas, la segunda. Desde entonces, los escándalos y el descontento han ido en aumento.

Según la encuesta realizada por el diario Reforma, durante el último cuatrimestre la aprobación ciudadana a Peña Nieto bajó 11 puntos porcentuales. Eso representa el nivel de popularidad más bajo que haya registrado un Presidente de la República desde 1995.

El 1 de diciembre de 2012, cuando inició su gestión, Peña contaba con una aprobación del 70 por ciento, hoy sólo cuenta con 42 por ciento. La región centro es la más crítica de la administración comparada con el norte del país.

También los líderes de opinión le han retirado su apoyo a Peña. De agosto a la fecha cachó la aprobación 19 puntos. Los temas más polémicos son la corrupción, la violencia y la seguridad pública.

La evaluación del gabinete también da resultados negativos, únicamente el canciller José Antonio Meade aprobó, mientras que Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación fue evaluado con 4.6 de 10, mientras que el Procurador General Jesús Murillo Karam, obtuvo 3.9.