Las fiestas navideñas ya llegaron y con ellas las prisas, la compra de regalos, el sin fin de celebraciones, cenas, brindis, fiestas, reencuentros con amigos del pasado, decoraciones, limpieza y preparación de comidas que pueden dejar agotado a más de uno.

También es la época en la que para muchos afloran recuerdos del pasado, heridas emocionales que aún no han cerrado y hasta reclamos a familiares.

Si la llegada de la Navidad representa para ti estrés y más estrés, estos tips te servirán a relajarte y pasar una época hermosa.

Para que no te sientas obligado a acudir a todas las reuniones a las que eres invitado, elige con mucho cuidado  primero pregúntate:

•  ¿Voy a estar divertido?
•  ¿Va ha haber en ese lugar gente a la que quiero?
•  ¿Me siento obligado a ir?
•  Cuando fui el año pasado, ¿cómo me sentí después?

Revisa a fondo cada caso y después elije sólo las reuniones que alimentarán tu alma. Suelta la culpa por decir NO a un amigo o a una obligación, y felicítate por decirle ‘sí’ a tus propias necesidades.

1. Deja de perseguir como loco el regalo perfecto para cada uno de los miembros de la familia, mejor busca la manera más bella de experimentar las vacaciones con tus seres queridos. ¿Te has puesto a pensar las largas horas que pasas en las tiendas de compras?, la experta Melissa Heisler que escribe un blog en The huffingtonpost señala que dentro de unos años nadie recordará aquel regalo en el que invertiste tantas horas, pero sí se acordarán de las experiencias y tiempo que vivieron juntos y será motivo de sonrisas.
2.  Dile no al perfeccionismo. La casa no tiene que estar impecable y cada cosa en el lugar perfecto. La comida no debe ser como de un chef renombrado, las decoraciones no tienen que ser las más exclusivas. Deja de juzgarte a ti mismo y basa tu autoestima en lo bien que estás pasando tus vacaciones. Quienes nos aman, nos aceptan así tal y como somos, no necesitamos demostrarle nada extraordinario a nadie. Solo disfruta y ama a tu familia y tus amigos ellos lo agradecerán.
3.  Enfócate en la gratitud. Es muy fácil que en esta época navideña caigamos en la trampa de ‘lo que nos falta para ser felices’ ya que con tanta publicidad rondando por todos lados, pereciera que a nuestra vida le falta mucho.  Por eso, todas las mañanas haz una lista de las cosas que Sí tienes. Empieza con las cosas que parecen pequeñas, pero que son grandes regalos de vida. ‘Tengo la posibilidad de ver, de leer, de escribir, de caminar, etc’. Fíjate en las cosas que te dan alegría y consuelo, como tu familia, tus amigos, tu mascota, etc. Verás cómo tu estado de ánimo mejorará.