M.A.A.D. City de Kendrick Lamar tiene un estribillo problemático para el público blanco: “Where you from, nigga? Fuck who you know, where you from, my nigga? Where your grandma stay, huh, my nigga? This M.A.A.D. city I run, my nigga”. Incluso escribirlo entrecomillado provoca, si eres blanco, cierto sentimiento de culpa: la palabra con ‘n’ quizás haya sido expropiada por la comunidad afroamericana para empoderarse, pero cada vez que la empleamos nosotros suena como lo que es.
Un insulto. Un insulto racista.
¿La prueba empírica? Kendrick Lamar la hizo el pasado domingo, cuando durante su concierto en el Hangout Fest (Gulf Shores, Alabama) hizo subir al escenario a una fan blanca para que cantase M.A.A.D. City con él. La seguidora de Lamar no se cortó: cantó el estribillo de M.A.A.D. City de cabo a rabo, sin dejarse por el camino palabra alguna. Viendo lo que acababa de ocurrir, el autor de DAMN. hizo detener la música.
“¿No te ha molado, hermano? ¿Qué te pasa, hermano?”, le preguntó la chica a Kendrick. “Tienes que omitir tan solo una palabra de la letra, recuerda”, le contestó la estrella. “Oh, disculpa, ¿no lo hice? Lo siento mucho, pero es que estoy acostumbrada a cantarla tal y como tú la escribiste”.
Kendrick, entonces, hizo reanudar la canción, dándole otra oportunidad a su admiradora.
La chica, pese a las advertencias de Lamar, volvió a pisar las puntas de rastrillo, golpeándose en la cara una vez más.
Aunque todavía no se ha confirmado que así sea, no es difícil imaginar el background de este pequeño incidente: Lamar localiza entre el público a alguien blanco que no tiene reparos en corear sus letras en toda su literalidad –racial– y quiso compartir su sorpresa, su indignación, con el resto de la audiencia. Como resultado, la improvisada clase magistral de un Pulitzer: “Tienes que omitir tan solo una palabra”.
El insulto. El insulto racista.
“Encerrados en celdas horribles donde hay un inodoro abierto en medio de la habitación” en el mismo lugar en que comían y dormían.
Nueva York se convertiría en el 13er estado en otorgar licencias de conducir a los inmigrantes que ingresaron sin autorización a Estados Unidos, de acuerdo a un proyecto de ley que aprobó la Asamblea estatal el miércoles.
El Salvador cuestionó el acuerdo de migración alcanzado entre Estados Unidos y México que busca frenar los flujos migratorios que provienen, en su mayoría, de la región centroamericana y que han irritado al presidente estadounidense, Donald Trump.