Una vez más y como se vino presentando a lo largo de diciembre de 2014, el viernes 2 de enero de 2015, el valor del peso mexicano sufrió otra devaluación, al final de la jornada cotizó en 15.15 pesos por dólar estadounidense, con lo que la moneda nacional perdió 10 centavos, su mayor caída desde el 11 de marzo de 2009, en que se cotizó a 15.25 pesos por billete verde, encareciendo así las importaciones al país.

A lo anterior se suma el aumento a la gasolina del 3 por ciento, lo que genera una fuga de consumidores, pues mientras aquí pasa la barrera de los 12 pesos por litro, del lado americano ronda los 2.69 de dólar el galón (9.75 pesos el litro).

Pero esto no es todo, debe señalarse la publicación en el Diario Oficial de la Federación del 1 de enero de 2015 en que para las operaciones de compra y venta de dólares en territorio nacional que superen la cantidad de un dólar deberá mostrarse una identificación oficial. De acuerdo al documento, la medida se tomaría para detectar la realización de actos ilícitos.

Mientras que para las operaciones mayores a 3 mil dólares las casas cambiarias deberán recabar mayores datos como lo son:

-Nombre completo

-Género

-Fecha de nacimiento

-Entidad federativa de nacimiento

-País de nacimiento

-Ocupación

-Domicilio particular

-Números de teléfono

-Correo electrónico

-Clave única de Registro de Población (CURP)

-Registro Federal de Contribuyentes (RFC)

-Firma Electrónica Avanzada (FIEL)

En torno a dicha disposición, el presidente municipal de Tijuana, Jorge Astiazarán, diría a Semanario Zeta que se trata de una medida “totalmente incongruente”.

“Los fronterizos, los tijuanenses, sabemos que ésta es una zona dolarizada; todos los días traemos en la cartera dólares y pesos, y es incongruente que por un dólar te estén pidiendo identificación”, agregó.

Comentó que la necesidad de identificarse es justificable cuando se trata de operaciones mayores por motivo de llevar un control.

“Se toman decisiones desde un escritorio en la Ciudad de México sin tomar en cuenta la realidad de los tijuanenses”, concluyó.