La madre de todas las batallas en política está a punto de empezar. Inicia el proceso electoral de los últimos 3 años del sexenio, donde habrá ediles que busquen ser diputados o senadores; diputados que quieran ser gobernadores, y gobernadores que sueñan con sentarse en la silla del Presidente.
Los partidos preparan a sus candidatos para ganar y en contados casos para participar, pues por el descontento o poca popularidad se sabe que unos cuantos están derrotados desde antes de la contienda, no se perderá tiempo, ni dinero; tal binomio se enfocara en donde haya posibilidades reales de un triunfo.
El pastel nuevamente está en la mesa, y no todos los que lo saborearon siguen en su silla, dos o tres quedaron fuera por su propio actuar, la prensa solo hizo lo suyo, llegar a tiempo. Los partidos y sus líderes tienen bien en claro que limar asperezas al interior es lo más importante, pues si no convences a tu pueblo, ¿Cómo convencer a los demás?
El triunfo electoral es sinónimo de poder, aquí están 5 sinónimos de el:
1. La unión: más vital que el agua para un candidato; una estructura partidista fuerte y unida representa un duro rival para los demás. El ejemplo más claro han sido los 12 años en los que Acción Nacional logró el triunfo nacional gracias a la desunión de los liderazgos del PRI, en la actualidad es el mismo PAN quien sufre esa desunión tanto a nivel local como nacional.
2. Democracia al interior, ¡jamás!: si algo hay que aprenderle al Revolucionario Institucional es que una elección interna no es buena para la salud. El PRI se basa en encuestas previas para llegar al conocido “dedazo” que generalmente le funciona ya que selecciona a los candidatos que la gente ve con buenos ojos.
3. Sumar liderazgos: restar líderes es sinónimo de fracturas y descontento, sumar significa un área de oportunidad para que más personas conozcan tu propuesta; AMLO ha desarticulado al PRD desde su salida, mientras el sol se desmorona, la morena se pone cada vez mejor.
4. Aceptar a las corrientes: si las candidaturas no se negocian como se debe, el partido se fractura; si no reconoces los liderazgos de las corrientes, no hay brazo de apoyo ¿cómo ganar? El Sol Azteca es el ejemplo más claro. Ha perdido a más de 20 líderes.
5. Tacto: el candidato debe tener dos atributos fundamentales, facilidad de palabra y amabilidad: la propuesta de campaña no basta, se necesita repartir abrazos, sonrisas y energía a la gente, ese es el verdadero trabajo.
No olvidar a la prensa es fundamental, ya que si no estás bien con el que reparte las noticias, como hacer que las noticias hablen bien de ti.
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