El magnate y precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump aseguró que, si es elegido para ocupar la Casa Blanca en 2016, deportará a todos los inmigrantes indocumentados del país.
En una entrevista a la cadena NBC, Trump dejó claro que rescindirá las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama que impiden expulsar tanto a los jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños (los llamados «dreamers») como a los padres de ciudadanos estadunidenses o hijos con estatus legal.
«Tenemos que crear nuevos estándares» para los inmigrantes que lleguen a Estados Unidos, donde se calcula que viven más de once millones de indocumentados.
El millonario no ha dejado de provocar polémica con sus comentarios sobre inmigración desde que el pasado 16 de junio anunció su candidatura a la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales del próximo año.
Esa declaraciones acarrearon un aluvión de críticas de activistas de la comunidad hispana (cuyo electorado es fundamental para ganar las elecciones); de famosos, como las actrices Roselyn Sánchez y America Ferrera; e incluso de políticos republicanos, como su rival en las primarias del partido Jeb Bush, casado con una mexicana.
Además, los controvertidos comentarios le han costado varios contratos al magnate, entre ellos con los canales de televisión Univisión, ESPN y NBC, la cadena de grandes almacenes Macy’s y el organizador de las carreras automovilísticas de Nascar.
El célebre cocinero español José Andrés también se sumó a la lista de compañías que han decidido cortar lazos con Trump por sus palabras ofensivas.
Pese a sus frecuentes embestidas contra los inmigrantes, Donald Trump lidera con holgura las encuestas de los aspirantes a la candidatura presidencial republicana.