Aunque se antojaba complicado, América logró la remontada en su estadio, con su gente en la tribuno y alentados por Antonio Mohamed. Las Águilas consiguieron su título número 12, con goles de Michael Arroyo, Pablo Aguilar y Oribe Peralta (global: 3-1). De Tigres, muy poco. Los dirigidos por el ‘Tuca’ terminaron con 8 hombres en el campo y pidiendo la hora.
ANTES DEL JUEGO
Antonio Mohamed sorprendió a propios extraños con la alineación titular de la final de vuelta. El ‘Turco’ incorporó a Martín Zúñiga en el ataque, junto a Michael Arroyo y Rubens Sambueza; de estos tres no se esperaba participación de inicio. El técnico argentino se jugó el todo por el todo, siendo ofensivo, desde el minuto uno del encuentro.
EL PARTIDO
Los primeros minutos del cotejo se vivieron a favor del local, con intensidad y con algunos intentos azulcremas que levantaron la ovación de la tribuna, de su gente que era mayoría en el recinto; al 8′, Michael Arroyo mandó un disparo que pasó rozando el poste izquierdo de Tigres. La visita concedía espacios y las Águilas no dudaban en utilizarlos para generar juego.
América fue superior. Los azulcremas intentaban, no bajaban la fuerza de su ataque, pero el trabuco de la zaga felina era infranqueable. Tigres defendía con casi todos sus elementos en territorio propio y estaban atentos a los constantes movimientos de Rubens Sambueza, hasta la mitad del primer tiempo, el mejor jugador de los de amarrillo en el terreno de juego.
Conforme caía la noche en el Coloso de Santa Úrsula, Tigres aminoraba lo realizado por los azulcremas; de hecho, cuando los pupilos por el ‘Tuca’ estaban más cerca del área de Moisés Muñoz, instantes después de que Damián Álvarez desbordara a Ventura Alvarado y creara con un centro la opción más peligrosa para su escuadra, Michael Arroyo tuvo el espacio y tiempo suficiete para recorrer por la banda derecha a Jesús Dueñas, para entrar al área y vencer a Nahuel Guzmán con un potente disparo. América ganaba 1-0 al 36′, y con ello empataba el global.
Con la ventaja para las Águilas y la esperanza de que en la segunda mitad pudieran concluir la obra a su favor, América y Tigres se fueron al descanso. Con el global empatado y los segundos 45 minutos por disputarse, la final vivía sus mejores instantes. Las barras de ambas escuadras pactaban un encuentro a parte, y pese a que los del norte eran menos, no se quedaban callados.
Para el complemento, Ricardo Ferretti modificó de inicio, el brasileño le dio acceso a Emanuel Villa y presindió de Gerardo Lugo. El ‘Tuca’ esperaba buenos dividendos con su modificación y que los universitarios tuvieran mayor presencia en el área enemiga. Los felinos eran más insistentes, pero América reculaba y cubría bien cada embate del rival.
América supo sufrir y a contragolpes trataba de aumentar su ventaja y la estrategia le funcionó a Mohamed. En remate se un tiro libre, al 63′, Pablo Aguilar remató a placer para derrotar a Nahuel Guzmán. Las Águilas confirmaban su superioridad y ganaban 2-0. El partido les pertenecía y las acciones en el campo así lo dictaban.
Con la desventaja en el encuentro, Ferretti modificó nuevo, dándole acceso a Darío Burbano, tratando de ser ofensivos, pero el sudamericano tardó un minuto en abandonar el campo al ser expulsado por una entrada a destiempo. Instantes después, Damián Álvarez también perdió la cabeza y soltó un puñetazo a Ventura Alvarado que de igual forma le costó ver la roja; para finalizar la seguidilla, Nahuel Guzmán vio la segunda amarilla y también salió por expulsión, luego de un pisotón a Michael Arroyo.
Contra ocho, el partido estaba finiquitado para Tigres, en la tribuna se escuchaba el ‘Turco, Turco’, en agradecimiento a Antonio Mohamed. Pero apareció Oribe Peralta al 78′ para poner cifras definitivas con un potente tiro cruzado. América ya era campeón y las tribunas eran la fiesta del nuevo monarca. El partido no dio para más, las Águilas remontaron y consiguieron el título, el que los coloca como el equipo más ganador en el futbol mexicano, con 12 cetros. Con esta estadística se despidió el ‘Turco’.