La Cámara de Representantes de Estados Unidos se prepara para votar la semana próxima un proyecto de ley para reforzar la seguridad en la frontera con México, en un intento de la mayoría republicana por demostrar que tiene sus planes para la inmigración y no se limitan a oponerse al del presidente Barack Obama.
El proyecto fue aprobado por la Comisión de Seguridad Nacional por 18 votos contra 12 y la cámara en pleno prevé analizarlo la semana entrante.
“Por Dios, si no podemos unirnos sobre la seguridad de la frontera, ¿sobre qué podemos hacerlo?”, se preguntó el presidente de la comisión, Michael McCaul, de Texas.
Sin embargo, no estaba claro si los republicanos de la Cámara apoyarían el proyecto de ley de McCaul.
La derecha ha frustrado intentos anteriores de líderes republicanos de hacer frente al tema de la inmigración, citando preocupaciones de que el proyecto de ley hace demasiado poco por controlar la inmigración ilegal.
‘‘ES UNA FARSA’’
Varios otros expresaron preocupación de que los líderes estaban tratando de buscar apoyo para el proyecto de ley de seguridad fronteriza en vez de presentar un frente fuerte contra las recientes medidas ejecutivas de Obama de proteger de la deportación a millones de inmigrantes no autorizados.
El proyecto de ley de la seguridad fronteriza “es una farsa, no un plan de trabajo, y como tal es un esfuerzo por convencer al pueblo de que estamos haciendo algo sustancial para asegurar la frontera cuando en realidad no se hace nada sustancial”, dijo el representante Mo Brooks, republicano por Alabama.
El gobierno de Obama señaló que la propuesta “de hecho haría la frontera menos segura”.
En un comunicado emitido el jueves por la noche, el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, dijo que “el proyecto de ley fija normas obligatorias y altamente normativas que la misma Patrulla Fronteriza considera imposible de cumplir, socava la capacidad del Departamento de Seguridad Nacional de adaptarse a las amenazas emergentes, y politiza las decisiones tácticas”. Tachó la propuesta de “inviable, simple y sencillamente”.
CUESTIONAMIENTOS
Los congresistas demócratas dijeron que el proyecto estaba lleno de mandatos imposibles de cumplir, que dificultarían la tarea de los agentes fronterizos, al proponer un gasto de 10,000 millones de dólares en aeronaves no tripuladas, sistemas de vigilancia, radares, cercas y otras tecnologías que resultarían escasamente efectivas.
“Es normativa en exceso, y desde el punto de vista operativo es imposible que tenga éxito”, dijo la representante demócrata texana Sheila Jackson Lee. “Este proyecto militariza la nación”.
En el Senado se presentó un proyecto redactado por los republicanos Ron Johnson de Wisconsin, Jeff Flake de Arizona y John Cornyn de Texas, al que se sumó John McCain, quien dijo que la seguridad fronteriza es lo primero.
El proyecto requeriría el control operativo de las zonas más transitadas de la frontera en dos años y de toda la frontera en cinco años. Define el control operativo como detener o rechazar a todos los que intentan cruzar la frontera, un objetivo que según los demócratas no es realista.
Algunos proyectos previos de inmigración y frontera, incluyendo uno promovido en el Congreso pasado por el comité de McCaul, han tratado de bloquear 90% de los inmigrantes potenciales.