Hacinamiento, con acumulación de basura, escasez de agua, fugas en tuberías, cuarteaduras en instalaciones y con falta de atención médica y sin medicamentos para enfermos con diabetes, así viven los internos de los principales penales del estado, según el informe anual de actividades de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas.

En su apartado de Asuntos Penitenciarios, revela que durante el año pasado se realizaron 70 visitas a los centros penitenciarios, con el fin de brindar asesoría legal, gestionar atención a los internos, cocina, y supervisar el funcionamiento de las instalaciones.

Las personas privadas de su libertad se encuentran en situación de desventaja para hacer efectivos sus derechos y libertades, viviendo en ocasiones en situaciones de hacinamiento, con deficiente atención médica y escolar, falta de higiene, escasa alimentación y mínimas opciones laborales, lo que dificulta llevar a cabo una adecuada reinserción social, indica el documento.

Durante las 70 visitas realizadas a los penales se emitieron 18 medidas cautelares, consistentes en salvaguardar la integridad física o vida, atención médica, alimentación, entre otras.

La CDHET encontró en el Centro de Ejecución de Sanciones de Matamoros, falta de vigilancia al contar con apenas 18 custodios por turno, para atender una población de 900 internos, destacando que aquí no existía problemas de hacinamiento debido a que el centro penitenciario tenia capacidad para albergar a mil 500 internos.

Además reportó acumulación de basura, escasez de agua, así como fugas en tubería, cuarteaduras en instalaciones y falta de mantenimiento.

Uno de los principales problemas que se encontró en el penal de Matamoros, fue que los internos no reciben atención médica ni medicamento a enfermos de diabetes.

Aquí se encontró en malas condiciones hidráulicas el centro penitenciario en especial el módulo Nuevo Amanecer, en donde se observó que existen además grietas o cuarteaduras en las paredes, se trasmina el techo en varias celdas y hay la falta de pintura en la mayoría de las paredes del centro de reclusión.