Creció siempre trabajando en la peluquería del pueblo donde vivía en Tabasco.

Cierto día decidió emprender el viaje y como pudo logró llegar a Matamoros donde empezó vendiendo naranjas hasta que alguien le dió trabajo en una peluquería del centro de la ciudad, ahí fue donde perfeccionó los conocimientos que había adquirido.

Después de un tiempo logró colocarse en la peluquería «La Deportista» que se ubica desde hace muchos años frente a la Plaza Allende.

Ahí es donde ha trabajado gran parte de su vida, incluso hoy cuando ya debería estar retirado, dice que se aburre en casa y por ello es de lo más habitual encontrarlo aún cortando cabello o la barba de algún cliente.

Si pasas por este lugar seguramente lo observarás, como siempre trabajando.