Para Kathy Griffin, las consecuencias de su humor —entiéndase posar con la cabeza ensangrentada de Donald Trump— se están convirtiendo en una avalancha. La imagen, además de suscitar encarnizadas críticas de usuarios en redes sociales y los ataques tuiteros del mismísimo presidente de Estados Unidos, le acaba de costar su trabajo en CNN.

La cadena anunció esta mañana que terminó su relación laboral con la comediante, quien durante diez años condujo el programa especial de Año Nuevo.

Desde su cuenta de comunicaciones en Twitter, la cadena informó: “CNN ha terminado su acuerdo con Kathy Griffin para aparecer en nuestro programa de la víspera de Año Nuevo”.

Horas antes, en un tuit, Donald Trump Jr. había presionado a la cadena para sacarla del aire. «Querido CNN, seguramente me perdí la su declaración anunciando que suspenden a su comentarista Kathy Griffin de sus futuros programas. Por favor envíenlo de nuevo. Gracias.

Aunque inmediatamente después de que las imágenes fueron publicadas Griffin las defendió como una forma del arte, horas más tarde se disculpó en un video divulgado en sus redes sociales: “Me disculpo sinceramente, hasta ahora estoy viendo la reacción de estas imágenes”.

En otro rincón del ciberespacio, Trump aseguró que sus hijos —en especial Barron, de 11 años— la estaban pasando verdaderamente mal a causa de las imágenes. Y, claro, no perdió la oportunidad de llamarla “enferma”.

Otros miembros de la familia presidencial también expresaron su disgusto. La primera dama, Melania Trump, dijo que “como madre, esposa y ser humano, [encuentro] esa foto perturbadora. Cuando consideras las atrocidades que están ocurriendo en el mundo ahora, una foto oportunista como esa está simplemente mal y te hace pensar en la salud mental de quien la hizo”.

Por su parte, Donald Trump Jr. Consideró que la imagen es “asquerosa pero no sorpresiva […], ¿Imaginan a un conservador haciéndole eso a Obama cuando era presidente de Estados Unidos?