ESTADOS UNIDOS.- Oscar y Humberta Campos vivían en Bridgeton, Nueva Jersey, y son propietarios de una compañía de jardinería. Se despidieron de sus hijos el viernes por la mañana en el aeropuerto de Newark y abordaron un vuelo con destino a la Ciudad de México. Sus hijos tienen 24, 22 y 16 años y son ciudadanos estadounidenses.
“No hay distancias. Siempre los llevaré en mi corazón”, declaró Oscar Campos a la televisora WCAU-TV.
Campos dijo que había huido de la violencia de Tamaulipas, su estado natal, y que había cruzado la frontera hacia Texas en 1989.
WCAU informó que, tras un largo proceso para obtener visas de trabajo, los funcionarios federales de inmigración les ordenaron que abandonaran el país.
El senador demócrata Cory Booker intentó ayudarlos para que se quedaran en Estados Unidos. Expresó estar “extremadamente decepcionado” de que no les suspendieran la deportación.
“El caso del señor y la señora Campos refuerza la necesidad urgente de que nos unamos en la búsqueda de soluciones de sentido común para nuestro fracturado sistema de inmigración y que sean congruentes con nuestros principios estadounidenses esenciales”, afirmó el legislador.
Poco antes de la partida de la pareja, Oscar Campos dio a sus hijos algunos consejos de despedida.
“Luchen por sus sueños, porque la vida continúa y siempre encontrarán gente buena que los apoye”, declaró. “Hay mucha gente buena. No renuncien a sus esperanzas”.