Las más de 460 mil niñas en Tamaulipas (de 0 a 14 años de edad) enfrentarán durante su infancia mayor violencia en las calles, más bullying en la escuela, acoso sexual y más violencia en su mismo hogar, que los niños, y además tienen menos posibilidades de terminar una carrera, señalan datos del Inegi o Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
“El Unicef afirma que las adolescentes que no saben leer y escribir tienen más probabilidades de casarse precozmente, quedar embarazadas y menos posibilidades de contar con conocimientos amplios sobre el VIH/Sida y de tener hijos saludables”, afirma el Inegi.
Pese a que la proporción de mujeres adolescentes analfabetas funcionales es menor que las de varones, entre los 12 y 17 años el 1.3 por ciento de las menores entre 12 y 17 años que viven en la ciudad y poco más del dos por ciento de las que viven en zonas rurales, no saben leer ni escribir, lo que limita sus posibilidades laborales y aumenta la posibilidad de tener un embarazo antes de la mayoría de edad.
Hay avance en las posibilidades de asistir a la escuela de la mujer y actualmente entre la población menor de 17 años hay menos mujeres analfabetas o que no hayan asistido a la educación básica, mientras que entre los mayores de 18 años, en la entidad, la condición de muestra un porcentaje del tres por ciento, para hombre o para mujeres.
Sin embargo la mujer puede llegar menos lejos en los estudios, debido a factores sociales, familiares, culturales o situaciones como un embarazo temprano, y mientras es mayor el porcentaje de mujeres que asisten a secundaria, ya en educación media superior o superior el número un punto porcentual menor.
En Tamaulipas el porcentaje de madres menores de 19 años ha sido aproximadamente el 18 por ciento del total desde 2010, cifra 20 por ciento más alto que el promedio nacional que es de 14.6 por ciento, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, la OCDE.
Datos del Instituto Nacional de la Mujer revelan que al menos dos tercios de las madres adolescentes tienen a sus hijos en situación económica precaria o difícil, debido al poco apoyo de padres, los varones o su misma situación económica original, y, no existe en la entidad ningún programa de subsidio económico para este tipo de mujeres.
Según datos del Inegi revelan que en esta entidad, más de seis de cada 10 mujeres menores de edad ha vivido al menos un incidente de violencia verbal o física en su contra.
“El 63 por ciento de las niñas y adolescentes de entre 1 y 14 años ha experimentado al menos una forma de castigo psicológico o físico en su hogar”, de acuero con entrevistas a niñas, asegura el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, conocido como Unicef.
“La vulnerabilidad se asocia a un “riesgo social” en el que pueden incurrir sectores de la población debido a su contexto socioeconómico, doméstico o comunitario”, anota Inegi.
“Una definición más formal señala que “la vulnerabilidad es la condición de riesgo latente que padece un individuo o una familia como resultado de la acumulación de desventajas sociales, que impiden que esta situación sea superada por ellos mismos y queden limitados para incorporarse a las oportunidades de desarrollo”, agrega el organismo público de la estadística mexicana.
