Un miembro de esta organización criminal fue entrevistado por CBS News bajo la condición de mantener su anonimato. Para dichos fines, fue identificado con el nombre de “Javi”.
Javi explicó que cada migrante paga 3 mil dólares por viaje, lo cual equivale a poco más de 60 mil pesos mexicanos. En caso de no concretar el pago, son retenidos contra su voluntad hasta que lo acrediten.
Por cada viaje que realiza, Javi se queda mil dólares (alrededor de 20 mil pesos), 500 van para el Cártel de Sinaloa y otra parte a los transportistas involucrados. Si los migrantes son niños, el pago es menor (no precisó cuánto).
Si bien no dio a conocer la zona de su operación, indicó que las rutas por donde cruzan los migrantes ya fueron recorridas por él mismo. Javi se encarga de introducirlos en el “bosque”, mientras que otras personas los recogen.
“La única forma de conocer las rutas es explorando por tu cuenta. Todos los que estamos en esto, hemos trabajado como guías en la frontera entre México y Estados Unidos. Es una frontera mucho más vigilada, así es que es fácil ser detectado por cámaras y sensores”, agregó.