Partidos Políticos como el PRD, PVEM y MORENA, pudieran no obtener el porcentaje de votación exigido por la ley, para conservar su registro ante las autoridades locales y deberán poner a disposición de éstas los bienes y derechos adquiridos con financiamiento público estatal.
Las tres fuerzas políticas están hermanadas por el desprestigio, la corrupción y sus vínculos con grupos delictivos- Iguala, Guerrero- además no serán consideradas en alianzas y se tendrán que “rascar con sus propias uñas”.
En Tamaulipas el PRD carece de cuadros, sus directivos no están legitimados, las autoridades electorales no los reconocen y para ellos sigue siendo Presidente, Cuitláhuac Ortega Maldonado, no así, Alberto Sánchez Neri, emanado de una Asamblea amañada.
Por lo que se refiere al PVEM, se ha convertido en un a agencia de “reciclaje”, diputados que llegaron por sus siglas desertaron para concretar mayoría priista en el Congreso Local, Olga Sosa y Juan Diego Guajardo Anzaldúa, son vivos ejemplos.
Recientemente se le dio cobijo al diputado local, Salvador Rosas Quintanilla, que renunció a la fracción del PAN, tras haber sufrido presunta agresión de uno de sus pares y el desinterés de los dirigentes estatales por defenderlo.
Y aunque MORENA se ha nutrido de perredistas decepcionados, su membresía y simpatía entre la población no le alcanzaría para lograr conservar el registro.