CIUDAD DE MÉXICO.- La angustia, dolor y tristeza que sentimos cuando perdemos a la pareja, pueden hacernos creer que moriremos y aunque mucho se dice que “nadie se ha muerto por amor”, la realidad es que según la ciencia, esto sí es posible.
De acuerdo a un estudio publicado por la revista “Open Heart”, donde se analizaron un millón de datos de daneses durante 1995 y 2014, al menos en el 57% de las personas menores de 60 años, tienen un mayor riesgo de fallecer entre los primeros 8 y 14 días después de la pérdida y puede durar hasta un año.
Los investigadores explicaron que este riesgo desciende al terminar este período, el cual es comparable con el que han sufrido las personas con la muerte de un ser amado.
Señalaron que el exceso de ritmo de un corazón roto, puede causar una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular, aunque advierten, el mecanismo todavía no está claro.
“El 41% de las personas que habían experimentado una pérdida tenían un factor de riesgo mayor de desarrollar un latido irregular por falta de riego sanguíneo por primera vez”, aseguró el director del estudio, Simon Graff.
Graff y su equipo de colaboradores, indicaron que no se pueden determinar las causas y efectos de esto, pues la investigación sólo consistió en una observación de datos.