En los seis meses en los que permanece en Tamaulipas se queda sin trabajar por las reducidas posibilidades laborales que hay -es muy bueno para la pizca y además es pescador- pero no consigue chamba ni en el campo, ni en alguna empresa.

Los seis meses restantes trabaja en Canadá, país en el que tiene 7 años ya laborando durante la temporada de la pizca de sandía y tomate y en donde no ha sido problema su inglés limitado pues el desempeño cabal de su trabajo le ha generado que sus contratos con empresas de ese país se renueven año tras año.

“Me voy seis meses a Canadá y cuando se acaba el contrato regreso para acá, pero me quedo sin trabajar. No hay donde”, señaló José Tomás Zárate residente de la margen del Tamesí en el lado tamaulipeco.

El único requisito para trabajar en Canadá, explicó, es ser bien portado, cumplir con las reglas y por supuestos desempeñar una labor excelente en el campo.

“Esta es una buena oportunidad y hay que portarse bien y sobretodo cumplir con el trabajo. La temporada que estoy aquí yo vivo de la pesca, porque aunque busque no alcanzó a acomodarme”, explicó José Tomás.

Anualmente se van entre 80 y 90 campesinos de la zona sur de Tamaulipas a desempeñar su trabajo en las tierras canadienses y por el aumento en la demanda de mano de obra hay posibilidad de que se duplique la cantidad de que ha través de las Oficinas Regional del Empleo en todo el estado, y superar los 160 trabajadores del campo que laboren en Canadá.

“Yo quisiera quedarme aquí, pero no tengo dónde trabajar, así que me voy seis meses y sacrifico el tiempo con mi familia para poderles darles una mejor vida”.