El peso mexicano ha sido y será el protagonista de los acontecimientos financieros del año que está por terminar, primero por su fortaleza frente al dólar en el primer semestre y ahora por la debilidad transitoria que ha mostrado durante la semana.
Desde hace varios días y como consecuencia de la inestabilidad en los mercados internacionales influenciada por políticas monetarias en Europa y Asia, un mejor panorama económico en Estados Unidos, y la temporada de fin de año en México, el dólar norteamericano superó en ventanillas los 14 pesos.
Ayer, la moneda norteamericana cerró en alrededor de 14.12 pesos en una jornada que puso fin a varios días de ganar terreno al peso mexicano. En abril, el dólar osciló entre 12.1495 y 12.2526 unidades por billete verde. Pero hace un año estaba en 14.35 pesos.
Según los reportes financieros disponibles en el mercado, el peso mexicano es víctima de una oleada de volatilidad. De acuerdo con especialistas, entre las principales razones por las que el dólar se ha encarecido destacan políticas monetarias ultra flexibles de la zona euro y Japón, que bajan sus tasas de interés, la expectativa respecto a que la Fed comenzará a elevar su tasa de interés antes de lo previsto y la tradicional temporada de demanda de dólares de fin de año debido a que las empresas cubren sus posiciones en moneda norteamericana.
El problema lo enfrentan las tesorerías de las empresas tamaulipecas de manufactura que consumen insumos provenientes del exterior y regiones como Matamoros y el resto de la frontera se ubicaron este mes entre las 6 primeras ciudades mas caras en el país, al registrar sólo en la primer quincena del mes las más altas tasas de inflación.
Además, el aumento del dólar llegó justo cuando finalizaron los subsidios a las tarifas de energía eléctrica lo que contribuye a encarecer los costos de producción de alrededor de 60 mil empresas en la entidad.
El fenómeno además tiene un especial repercusión en el motor de la economía de Tamaulipas que es la industria de manufacturas de diferentes tipos pues la depreciación ya cuesta a las industrias de Tamaulipas 2,292 millones de pesos más por mes, que es la cantidad que están gastando de más comparada con lo que se gastaba el año pasado. Se trata de un incremento de más del 14 por ciento mas de 3 veces más la inflación proyectada sólo para este año.
Para darle una idea del fenómeno, basta decir que las empresas exportadoras de bienes manufacturados, importan 3 veces más de lo que compran a productores locales.
Pareciera que por los antecedentes que tenemos, el hecho de que la moneda mexicana se fortalezca suena bien pues por lo general, y dada la experiencia mexicana de las últimas 3 décadas, suele asociarse la pérdida de valor del peso a la palabra crisis.
Sin embargo, un peso fuerte o una debilidad del dólar afecta a dos sectores fundamentales en la economía de Tamaulipas: los hogares que reciben remesas y a la propia industria manufacturera que exporta la gran mayoría de sus productos hacia Estados Unidos.
En éste último caso, cuando el dólar pierde valor, provoca por la lógica de precios, que los productos mexicanos que se exportan se hagan más caros ó que las importaciones se hagan más baratas.
Sin embargo, en la parte que más afecta, es en el rendimiento de las remesas que llegan al Estado mensualmente y que representan el complemento del ingreso de más de 30 mil familias quienes son menos pobres de lo que ya son, gracias precisamente a los dólares que históricamente han llegado a estas comunidades ubicadas principalmente en el centro de Tamaulipas.
Por ejemplo, a un tipo de cambio de 14.35 pesos por dólar que era el nivel que tenía hace un año, los 37 millones de dólares que mensualmente llegan a Tamaulipas significaron casi 531 millones de pesos.
Sin embargo en abril por los mismos 37 millones de dólares, los hogares receptores de remesas reciben 446,220,000, es decir casi 85 millones de pesos menos.
El dólar seguirá estando fuerte incluso es posible que llegue se mantenga en los límites de los 14 pesos.
La razón es relativamente lógica, el dólar es una mercancía cuyo precio se rige por la oferta y la demanda. Ahora mismo, el mundo esta lleno de liquidez y México con su estabilidad económica junto a su perspectiva de crecimiento, hace al país muy atractivo para que lleguen dólares a los mercados financieros.
El problema es como le comentaba, que muchas de nuestras empresas principalmente en el sector de las manufacturas van a tener que subir sus precios para compensar el encarecimiento de sus insumos, lo que en el argot financiero se llama ‘pass-through’.
Esto ya se está reflejando en Matamoros donde se la inflación se disparó en este mismo mes. Habrá que irnos acostumbrarnos porque entre la volatilidad internacional y la inestabilidad política nacional, las cosas no pintan nada bien.