Inversionistas extranjeros propietarios de gasolinerías en Houston, Texas, adquirieron una franquicia de Pemex, con lo cual la marca incursionó por primera vez en el mercado internacional, aunque venderá gasolina producida en Estados Unidos.

Al inaugurar la primera de cinco estaciones de servicio, Pemex informó que la ciudad fue elegida por la densidad de la población de origen mexicano en la zona, donde, además, hay una alta competencia en el mercado gasolinero.

Sin precisar los beneficios económicos que reportará la instalación de la marca, la ahora empresa productiva del Estado emitió un comunicado para informar que la medida forma parte de una estrategia de Pemex para expandirse en Estados Unidos, “de acuerdo con su mandato de enfocarse en actividades que le generen valor económico en el entorno de competencia derivado de la Reforma Energética”.

La información oficial añade que las cinco gasolineras de la franquicia pretenden abrir una prueba piloto para medir la penetración de la marca para “una potencial entrada a mercados externos”.

Además de que las gasolinas que se expendan en las mencionadas estaciones se adquirirán al mercado mayorista estadunidense, serán los propios inversionistas, y no Pemex, quienes fijen los precios del combustible conforme a las condiciones del mercado.

A la inauguración de la primera estación asistieron el director corporativo de Alianzas y Nuevos Negocios, José Manuel Carrera, y el director de Comercialización de Pemex Transformación Industrial, Marcelo Parizot.