“De los que se dedican a esta actividad, que se ve suspendida y todavía va estar al menos dos meses más, se está haciendo cargo la Secretaría de Desarrollo Social”, confió el funcionario estatal.

La presencia del fenómeno comenzó a finales de septiembre en el litoral de Tamaulipas y aunque inició en Matamoros, la Secretaría de Salud del Estado ya encontró evidencia en San Fernando, en el poblado de La Pesca, en Soto la Marina y Aldama.

En estos municipios y hasta la semana pasada la marea ha dejado la mortandad de 40 toneladas de peces, que fueron enterrados con el apoyo de la población para evitar un impacto ambiental.

Por su efecto aerosol que se refleja en picazón de ojos, nariz y garganta el fenómeno afecta también a los habitantes del poblado de La Pesca, sobre todo a los que se exponen.

Solís indicó que tras la presencia del fenómeno existe preocupación entre la comunidad de pescadores que subsisten de la actividad en el litoral.

“Hay preocupación o nerviosismo porque al ver peces muertos en la orilla del mar se cree que hay una afectación”, mencionó.

El Secretario precisó que de las especies a causa de la marea sólo entró en veda el ostión.

“Que es lo que está parado por las repercusiones que puede tener en la salud”, reiteró.